La razón es la capacidad de discernir entre lo verdadero y lo falso , entre lo bueno y lo malo. Un paradigma no da cabida a matices , ya dejaría de ser tal cosa . Una realidad es verdadera o falsa si se puede comprobar como tal. Una eventualidad es buena o mala de acuerdo a la moral que la circunscriba. He allí entonces que nuestra capacidad para razonar es lo que nos separa del resto de los animales, y la moral una norma que regula ese razonamiento. Usted tiene derecho a pensar que estoy loco desde su moral individual , lo que le conllevó razonar; aún cuando su razonamiento carezca de verdad, al menos para mí moral.
Yo no pretendo establecer que mi realidad sea mas verdadera que la suya, mi estimado lector; ni mucho menos exijo que sea mejor que la de los demás. Es simplemente una realidad y como tal la asumo. No la puedo poner en duda, lo cual de por sí me permite reclamar que estoy usando la razón. “..por tanto soy.. existo..”.
Nuestras conductas humanas en su gran mayoría, por no decir todas ; son aprendidas. Soy de los que piensan que existen conductas heredadas desde el punto de vista genético; pero sin embargo aparte de las leyes naturales, hay leyes elementales que rigen nuestra existencia.. El derecho a vivir no es exclusivo de los seres humanos ; aunque nos hemos endilgado tal derecho. Eso formaba parte de nuestra moral. De plano hemos socavado los cimientos de nuestra sociedad por no acatar la moral que nos separaba de los animales que hemos catalogado como inferiores.
He aquí el motivo que me conduce a este escrito: La moral : Que no es otra cosa que el ,conjunto de normas que regulan nuestra interrelación con el resto de lo que existe. El tácito consenso para mantener el equilibrio entre el hecho social , y el contexto individual. Inmoral es quien contraviene este consenso, y amoral quien carece de sentido de pertenencia a dicha moral o simplemente no tiene moral. Aunque cabe destacar que contradictoriamente esto es una moral. Imaginemos la moral como un hogar; y de hecho lo es. Nuestra morada para existir sin que mi existencia contravenga o interfiera con la existencia de los demás. Eso precisamente es lo que hace inmoral a quien tiene por moral desconocer las normas.
El señor Simón Bolívar ,”El Libertador”, al proclamar su pensamiento: “Moral y luces son nuestras primeras necesidades..” Ya alertaba sobre la ausencia o quizá la inexistencia de una moral venezolana cónsona con la realidad universal, y el acontecer nuestro. Aún pesa sobre nosotros esa gran verdad. Nuestra “moral criolla” de “ser vivos” por excelencia , y arrimarnos a “esos vivos” nos ha conducido al desastre actual. Nada nuevo. Ni descubro el agua tibia, si a ver vamos. Lo grave es que seguimos insistiendo en lograr nuestro éxito como sociedad aún a expensas de nuestra inmoralidad ante el resto de las sociedades mas organizadas como grupos humanos: Botamos basura donde se nos antoja, nos estacionamos donde nos parezca, no le paramos a los semáforos, y lo mas grave es que ni siquiera obedecemos y hacemos obedecer nuestra propia constitución: Esa, Nuestra moral patria, al menos en cuanto a un expreso consenso social.
A propósito de la recién culminada Semana Mayor, me llamó la atención un enunciado que desnuda nuestra moral “muy criolla”: “ Hace 2000 años que EL PUEBLO eligió a Barrabas y aún seguimos eligiendo al bandido...” En aquel caso sucedió para que se cumpliera lo que estaba escrito; pero ahora Yo me pregunto, y me permito preguntarle a usted :¿Estará escrito que los venezolanos sigamos eligiendo a “los mas vivos”, y continuar por siempre de mal en peor? Los nuevos candidatos siguen siendo casi siempre los mismos , salvo contadas excepciones. En nuestra sociedad , y muy especialmente en nuestras universidades , hay mentes muy brillantes y bien capacitadas para asumir el reto de construirnos una moral , como la que le adeudamos a El Libertador, y a nosotros mismos: “Moral y luces” siguen siendo nuestras primeras necesidades”, y un pueblo ignorante seguirá siendo instrumento ciego de su propia destrucción. “Inventamos o erramos” dijo alguna vez nuestro insigne pensador : Don Simón Rodríguez, por cierto, mentor de nuestra gesta libertadora. Yo presiento que aún estamos ante el umbral de la libertad como nación. Una moral a todas luces cierta.
Prof. César F. Rivero R.
