lunes, 21 de abril de 2014

ENFERMEDAD DE ESTADO


El corazón de Latinoamérica ; aún siendo joven late apesadumbrado. El torrente de sus venas apenas alcanza a alimentar a sus extremidades. Las hábiles manos de su desarrollo están entumecidas a la sombra del árbol de una  pobreza, cada vez mas frondosa y fría . La mala sombra solo descansa en el anochecer de los pueblos, para luego renacer con el amanecer de una solapada esclavitud. El rostro empalidecido de Venezuela es apenas una muestra de la grave enfermedad que está aniquilando nuestro porvenir. El contagio con un país enfermo parece haber diseminado la sepa de subdesarrollo, aunque aún existen glóbulos libertarios para defender nuestra condición de países pacíficos y libres.
La guerra está siendo sembrada para mantenernos en paz. La economías aún sanas , en apariencia , nos venden armas como  terrible cura para mantenernos tranquilos. Claro, eso es parte de su propia salvación. Lo mas grave es que quien nos contagió existe a expensas de nuestras otrora ajenas emergencias mientras desangra nuestro futuro. El tricolor patrio, aún de siete estrellas para los ciudadanos , pareciera anexarse como parásito a un órgano enfermo, para canjear  allí sus joyas por el alimento que solíamos producir. Estamos donando sangre para que quien nos enfermó se recupere, y nos haga el favor de atendernos para que sigamos vivos…Por supuesto conectados a una manguera que apenas nos da oxígeno para respirar. Claro está, que así puedan  seguir exprimiendo los resquicios de vida que aún nos quedan. Venezuela está casi paralizada, y su extraña enfermedad le llamaban socialismo. Hoy para nuestra esperanza, descubrimos que no son mas que sanguijuelas las que han debilitado nuestro desarrollo y apenas nos permiten mantenernos en pie. Lo peor es que muchos de nuestros países hermanos están siendo infestados.