jueves, 22 de diciembre de 2011

JESUS FUÈ VENEZOLANO.

SEGÙN  ME CONTÒ UNA ABUELA,
JESUS FUÈ UN VENEZOLANO
DICEN QUE NACIÒ EN EL LLANO.
QUE VIÒ LUZ  EN VENEZUELA...!


DICEN QUE MONTÒ A CABALLO
SIEMPRE A PELO. SIN ESPUELAS:
QUE VOLABA PAPAGAYOS,
BAJO EL SOL, Y SIN FRANELA..
QUE MIRÒ  A LA FLOR DE MAYO,
Y  AYUDABA EN LAS FAENAS:
QUE ORDEÑÒ SIENDO UN MUCHACHO
A LA LUZ DE LAS ESTRELLAS..!


QUE JUGABA  METRA Y RAYO,
Y HASTA PELEABA POR ELLAS
EN LOS CAMPOS DEJÒ HUELLAS:
COMO UN NIÑO EXTRAORDINARIO..
QUE APRENDIÒ EL ABECEDARIO,
ORSERVANDO LAS GALERAS:
JESUS  FUÈ UN VENEZOLANO,
HIJO DEL ALMA LLANERA...!


Prof. Cèsar F. Rivero R.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

UNA TRISTE NAVIDAD.-

NAVIDAD..!
SIENDO UNA PUERTA AÑORADA,
QUE CONDUCES HASTA EL CIELO:
HOY TE ABRIMOS CON ANHELO.
FIESTA DE LUZ ...CELEBRADA.
ALEGRÌA EN LAS CAMPANAS,
QUE ALZAN AL AIRE SU VUELO:
ANUNCIANDO AL NIÑO BELLO
DE UNA VIRGEN CONSAGRADA..

MIENTRAS TANTO, HAY MIL MIRADAS
QUE NOS SIGUEN EN LOS PUEBLOS:
OJOS DE UNOS NIÑOS BUENOS
LLEVAN TRISTEZAS TEMPRANAS..
PARA ELLOS NO HAY CAMPANAS,
NI NADIE QUIEN LES DÈ UN TE QUIERO
NO HABRÀ ABRAZO, NI UN CONSUELO:
PUES SON HIJOS DE LA NADA..

NO HABRÀ MADRE ENAMORADA,
QUE VÀ EN BUSCA DEL ESTRENO,
EN BUSCA DE UN JUGUETE NUEVO
PARA SU CRIATURA AMADA..
SOLO HAY HAMBRE POSTERGADA,
TRAPOS SUCIOS Y ARAPIENTOS,
Y POR DENTRO UN SENTIMIENTO:
QUE URDE A UN ALMA INMACULADA..

NIÑOS: HIJOS DE LA NADA,
QUE TRANSCURREN EN EL TIEMPO:
NIÑOS QUE LLORAN POR DENTRO
SIN TENER UNA FRAZADA..
HOY,  SU  NAVIDAD OLVIDADA,
ES TAN SOLO, LA QUE SIENTO:
VA EN LA BRISA , TRISTE AL VIENTO:
HOY NO HAY LUZ EN SUS MIRADAS...

Prof, Cèsar F. Rivero R.

martes, 20 de diciembre de 2011

EL motivo de mis versos

POR  LAS  TROCHAS  YO CAMINO,
A LOS PUEBLOS Y MONTAÑAS 
LLEVANDO SIEMPRE CONMIGO :
ESA LUZ QUE ME ACOMPAÑA....

ES MI CANTO EL FIEL AMIGO,
EN LAS BUENAS Y EN LAS MALAS:
DE ESTAS TIERRAS SOBERANAS
NACE SU VERBO ENCENDIDO:
CANTA Y BAILA EN LOS SUSPIROS,
BAJO EL SOL , NADIE LE GANA
LLEVA EN SU OLOR A SABANA
EL TESORO QUE MAS CUIDO...

DEL TURPIAL LLEVA EN SU TRINO,
Y   DEL MAR: EL AZUL GRANA
Y POR LA MUJER QUE AMA ,
SE DESBORDA  EN EL CARIÑO.
LLEVA EN SUS OJOS  A UN NIÑO,
Y EN SU TEZ COLOR DE PATRIA,
LLEVA EN DIOS , SIN ARROGANCIA:
ESA LUZ QUE EN EL CONSIGO..

LLEVA EN SU COPLA EL CAMINO,
DEL AMANECER EL ALBA
Y EL SECRETO ESTÀ EN SU ALMA
POR LA FÈ DE SU DESTINO..
NOBLE, CUAL SABOR DEL VINO,
Y  EN SU RUMBO NO DESGANA:
LA MUJER VENEZOLANA
ES SU RAZÒN Y   MOTIVO..

Prof. Cèsar F. Rivero R,


lunes, 19 de diciembre de 2011

PABLO (un cuento libre)



  
  En  el campo las leyendas y la realidad se entrelazan para  tejer matices que hacen de la fe  una compañera cierta que acompaña el devenir del tiempo.
Es así como encontramos a Pablo persignándose a medida que sale del río. Sus ojos no se apartan del agua , y sale corriendo a contarle al abuelo lo que acaba de suceder. Lleva en su mano la prueba irrefutable de lo que vio…
    El día había comenzado con la faena acostumbrada en esta época del año. El canto madrugador de las paraulatas y el cielo ennegrecido hacen presagiar la llegada de las lluvias y la  tierra es labrada para saciar su sed con los primeros aguaceros.  A escardilla, Pablo ha estado trabajando toda la mañana. El calor inclemente, además de la polvareda del terrenal seco, lo obligan a buscar refugio debajo de unos árboles a las orillas del río.
     Desde allí contempla el horizonte donde la efímera silueta de un jinete y el ganado parecen diluirse en la sabana. Las distancias se disuelven  bajo el sol.
Pablo se ha quedado ensimismado y a no ser por  el revoloteo de una aves muy cerca de él, se hubiera quedado dormido.
     Se pone de pié y camina hacia el río intentando descubrir el origen de aquel ruido inusual. Luego de una breve caminata llega a la orilla donde las aguas siempre le reciben para devolverlo a la vida.
     Se quita la ropa y se sumerge en la cristalina corriente. Se zambulle una y otra vez dejando ver en su desnudez lo delgado de su cuerpo. De nuevo el fuerte aleteo llama su atención y permanece quieto en medio de la poza.
    El dorso del muchacho corta la corriente dibujando ondas que se disipan entre los pequeños arbustos.
     Este río es muy famoso entre pescadores que se agolpan en su cause al llegar la temporada. Durante esa época son muy pocos los lugareños que se arriesgan a tomar un baño en estas aguas que se hacen turbulentas y traicioneras. Muchos de los visitantes han perdido botes, y hasta la vida en procura de los peces que van a desovar  río arriba.
     Durante esos días los que habitan este lugar procuran no acercarse para evitar las molestias de una gente que pregunta demasiado, y solicita favores para resolver las penurias propias de quien no conoce esta región.
Uno de esos pescadores, llamado Francisco López, esta llegando de la ciudad con su esposa y dos hijas.  Estaciona el vehículo y se dirigen hasta la estrecha playa que enmarca a El Raudal. Allí se detienen a contemplar  una escena que ya les es familiar. No es la primera vez.
     Hoy Francisco no ha venido a pescar. No!.  Desde que su hijo se perdió en estas aguas no ha vuelto a lanzar un anzuelo .  Hoy precisamente se cumplen Cinco años de aquella mañana, cuando llegó con dos amigos y su hijo, armaron campamento y se dispusieron a abordar el bote. El río de aspecto turbio advertía  de una posible creciente; pero las ansias de una buena pesca  pudieron mas que lo que aconseja la prudencia ante tal señal.
     Ese día había estado lloviendo en las montañas y las pequeñas quebradas elevaron el caudal, bajando violentamente para arrasar con todo lo que encontró a su paso. El pequeño bote donde estaban Francisco y sus acompañantes fue barrido por la creciente. Asustados, Francisco y sus amigos ,con el orgullo empapado y llenos de rasguños alcanzaron la orilla.
     Hasta hoy nunca ha habido noticias del  niño que acababa de cumplir once años. Por mas que recorrieron el río con otros pescadores no encontraron su cuerpo. Una semana después cuando las aguas habían bajado su nivel llegaron hasta la desembocadura, y ni señas del muchacho y la mochila que llevaba en su espalda.
     Francisco y su familia hoy están aquí, precisamente para conmemorar la fecha y la memoria de aquel niño, que el trajo a conocer los misterios de estas regiones. A ser hombre.
     Las lágrimas no se hacen esperar y entre sollozos  lanzan al agua muchos pétalos de rosa que trajeron  como homenaje…hacen algunas oraciones  y súplicas por el desaparecido. Permanecen impávidos por unos instantes, cada uno recordándolo a su manera.
_ Donde quiera que te encuentres hijo, perdóname.  Masculla Francisco con un gesto que  amalgama la rabia y su tristeza.
_ Donde quiera que el esté  recibirá el mensaje de estas flores y sabrá cuanto le amamos. Le susurra la esposa sin conocer la verdad que se encierra en sus palabras.
     Ahora, Francisco camina hacia el río sin importarle mojar su ropa. Se detiene donde el agua le da por las rodillas, y mira los pétalos flotar río abajo hasta perderse de vista. Allí permanece largo rato remojando sus recuerdos.
    Su esposa e hijas se sientan en una enorme raíz a contemplar su ausencia. Y es verdad. Lo saben absorto en su pensamiento y no pretenden sacarlo de ese trance.
Pasan varios minutos e inmóvil, Francisco ni siquiera responde al saludo de dos lugareños que pasan por el lugar. Estos le observan y lo suman en su memoria como uno mas que viene a realizar rituales esotéricos.
_ ja,, sin prender una vela no va a conseguir los favores del santo. Comenta uno de los campesinos , a manera de burla y sin detener el andar.
_Si hombre compa. Y  esas flojas ni siquiera lo ayudan. Comenta el otro al instante que comparten una sonrisa.
_Ni pa` eso como que sirven los capitalinos…!
     Los dos hombres continúan caminando río abajo hasta desaparecer entre los matorrales. A unos quinientos metros Pablo aún está en el agua disfrutando del frescor que le llega hasta el espíritu. El abuelo siempre le dice que al río se le respeta y se le ama. Trae la vida y se la lleva, remoja la esperanza y lava estas tierras trayendo el renacer.
     Pablo se zambulle una vez mas y para su sorpresa emerge entre una alfombra de pétalos rojos y blancos que le rodean y le hacen estremecer del susto. Piensa en las historias acerca de cosas extrañas que suceden por aquí y que ha escuchado del abuelo, y de boca de los pocos que habitan por este rumbo.
    Se persigna para protegerse y toma del agua un puñado de los pétalos para enseñarlas al viejo que a lo mejor no creería lo que le acaba de acontecer. Presuroso corre al rancho llamando al abuelo.
_ Abuelo,…..! abuelo…! Y no obtiene  respuesta.
     Sale de la humilde construcción y se dirige al sembradío de cambures que está detrás.
_  Abuelo…! Abuelo…!
_  Aquí estoy Pablo..¿ qué te pasa ‘? ¿ Por qué tanto alboroto? Ni que hubieras visto a un muerto…!
_ No abuelo, un muerto no; pero mira..mira..
_ Y ¿ qué es lo que tengo que ver  mijo .?  Aparece el anciano entre las plantas.
    Aún nervioso, el joven no se había  percatado que mantenía el puño cerrado. Abre su mano y el hombre observa los pétalos sin tener idea de lo ocurrido. Pablo inicia su relato…….
­_ Abuelo mientras me bañaba en el río, de repente  toda el agua se cubrió de estas flores.
     El hombre, cargado de años y experiencias, nunca había oído nada igual. Se rasca la cabeza debajo del sombrero pensando una explicación para el evento.
    Le indica al muchacho que le acompañe al río. Y mientras avanzan cavila un presagio que lo ha perseguido en estos años.
De entre los matorrales surgen dos hombres que  se dirigen a ellos para saludar al cimarrón.
_ Caramba Don chucho, si no es así no lo vemos. Le saluda uno de los caminantes
_ Si hombre, mijo. Si ya casi ni salgo de este rancho….¿ Y como que andan celando una lapa?. Responde,  tratando de no alargar la conversación.
_ No hombre..Don chucho, si con este solazo y este calorón, lo que provoca es echarse en el río a ver pasar el tiempo.
_ Si hombre….!
_¿ Usted si como que va a echarse un bañito en la poza? Le preguntan.
_Noooo..si lo que voy es averiguar una vaina que asustó a Pablo ahí…
_  Y  ¿ que será? Porque ese carrizo vive metido en el monte ..
_ Guá…miren lo que le salió en el río....enséñales Pablo…
        El muchacho abre su mano y le explica a los recién llegados lo que le sucedió.
_ No mijo..no te asuste..,,eso no tiene nada de raro,  mas arriba vimos a una gente haciendo rituales de esos y que pa`  llamar la suerte. El tipo que estaba en el agua hasta lloraba, debe estar bien jodido…..Don chucho sabe las vainas que  ahora vienen a hacer por aquí., además es Mayo y hasta los aparecidos tienen sus creyentes…!
_ Es cierto…, estamos en Mayo  y hoy es……Proclama   el viejo sin terminar la frase.
_ Ahhh. , como si no lo supiera , Don chucho., si ayer vestimos la cruz…Responde el hombre tratando de completar el pensamiento del Don chucho.
­_Es cierto mijo…es que esta memoria mía…ya hoy hace….tanto de eso.
_ ¿ Tanto de qué abuelo? Tercia el jovencito.
__Olvídalo Pablo..! y entre dientes murmura algo que solo el conoce.
    Vuelve a su mente un pensamiento que le asusta, que ronda en sus sueños; pero que lo obliga a enfrentar la realidad.
_¿ Y por dónde viste a esa gente, Olegario? Pregunta el viejo.
_ Río arriba, como a diez minutos de aquí. ¿ Y eso? ¿ Cómo que se quiere echa` unos ramazos? Bromea uno de los hombres.
_ Que ramazos , ni que ramazos…si me acompañan, quizá me puedan ayudar. Indica don chucho.
Intrigados, los dos hombres deciden acompañar al viejo y al muchacho.
El  viejo en  el andar va desempolvando una historia que solo  el y su difunta esposa compartieron y guardaron con celo…
   Hace unos años, un cuatro de Mayo para ser exactos, hubo una violenta crecida de El Raudal que tomó por sorpresa a todos. Ese día no había llovido por acá;  pero  en las montañas llovió toda la mañana. Las aguas bajaron con tal furia que la llanura se  inundó de repente, quedando charcas por todos lados. En la tarde, Don chucho salió a recorrer la vega y para su sorpresa se encontró con un niño desmayado entre los camburales.  Un enorme chichón en su frente delataba el por qué  de su desmayo, y los rasguños en los brazos una señal de que este niño había sido arrastrado por la corriente, que afortunadamente lo botó hacia la orilla.
    El  y su esposa le atendieron hasta hacerlo reaccionar. Unos  minutos bastaron para darse cuenta que aturdido por el golpe, había perdido la memoria. Por ello cayeron en la trampa de dejarlo unos días mientras aparecían los familiares.
    En su cuello descubrieron un cordón con una medalla en la que se leía: El Nazareno de San Pablo, por lo que decidieron llamarlo así.  Pablo.
La señora lavó con esmero la ropita que estaba en la mochila que  traía el niño y le hicieron saber a los escasos vecinos, que se trataba de un nieto que había venido a pasar una temporada con ellos. A Pablo se le hizo fácil querer a estos abuelos….
 Ya en el camino, Don chucho se debate entre encontrar a esa familia o que no aparezcan nunca.
    Cuando se acercan al sitio donde aún están Francisco y su familia, Don chucho le pide a Pablo que se esconda por si hay problemas. En realidad quería indagar una realidad que no quisiera descubrir. Se aclara el pecho para llamar la atención del grupo familiar.
_Buenas tardes, paisano. Don chucho  dirige el saludo a Francisco.
_ Buenas las tenga don…¿ Cómo andan las cosas por aquí? Le contesta con     esta pregunta para romper el hielo.
_ Bueno..todo bien y con estos calorones..! ¿ Cómo que vinieron a agarrar una fresca? Riposta el viejo, buscando información.
_ Digamos que sí. Le responde Francisco, un poco capcioso, y agrega,._.vinimos a refrescar el alma y tomar un descansito.
_ Ahhh, ya veo..¿ Y vienen de lejos? Insiste el viejo en saber  mas de estos visitantes.
_ Puede ser…aunque la distancia es mayor cuando regresamos.
_  ¿ A qué se refiere? No entiendo?..arguye El viejo.
_ Bueno…hace algún tiempo nosotros perdimos a un familiar en este sitio, y cada año venimos a conmemorar su partida….por eso se nos hace mas largo el regreso, porque nos vamos llenos de tristeza y recuerdos.
    Don chucho conjetura en su mente, si estas serán las personas que había esperado, y que nunca quiso que llegaran. Prefiere indagar indirectamente. Quizá con la esperanza que aún guarda en su corazón.
-       Si ,  hombre. Tantos pescadores que han muerto ahogados en estas aguas.. ..Y tan tranquilas que se ven.; pero son una fiera indomable en el invierno, ¿ Un hermano o  su padre?.
_ Mi hijo…,apenas un niño de once años…..Diego de Jesús…, aquel día se perdió en la corriente y nunca lo pudimos encontrar….Francisco rompe en llanto.
    En la garganta de Don chucho está un nudo que le impide seguir la conversación.   Su rostro enrojecido llama la atención de Pablo, y este sale de su escondite para acercarse a ver qué le sucede al abuelo. 
_ ¡ Pablo, te dije que  esperaras allá..!
    La mujer, que había permanecido en silencio , reconoce en el joven los rasgos de su hijo perdido y  corre hacia él. Lo abraza y rompe a llorar.
    Igual Francisco, se acerca atónito y toma el rostro del muchacho entre sus manos….
_ Diego de Jesús …hijo… eres tu ,¿ Por que no nos reconoces? ¿ Qué te han hecho?...
_ Santísimo es  Diego…corren las hermanas hacia el chico, que aún no entiende lo que sucede; pero igual  llora  ante la  inusual situación….
     Todo se ha quedado en silencio, y un mudo llanto quebranta el rostro de Don chucho. Las lágrimas parecen desgarrarle hasta el último recodo del sufrir.
 _ Pero señor si este es mi hijo Diego…Francisco se dirige al anciano.
_ La historia será larga..mejor acompáñenme al rancho. Apenas logra balbucear  Don chucho.
   El grupo toma el camino a la casa de Don chucho. La tristeza hace mas pesados los pasos del anciano, a medida que va contando los detalles de lo ocurrido, hace cinco años, tal día como hoy. El alma se le  esta yendo cuando recién llegan al rancho. Las piernas se le desvanecen ante el umbral.
_ Abuelo…abuelo…lo toma el muchacho del brazo al ver que se desploma hacia el piso.
_ Don chucho ¡ Por Dios ¡ ¿ Qué le sucede?. Se acerca Olegario a auxiliar al joven que apenas sostiene al anciano.
   _Pablo, perdóname…ama a tus padres..que Dios te…Apenas pudo decir  con sus ojos fijos en el rostro de aquel joven.
   .Con Pablo se van las fuerzas , y la tristeza se encargó de lo demás.
    Al día siguiente, después de sepultar al anciano, Pablo cierra la puerta de la casita donde quedan vivos sus únicos recuerdos.
    Al tomar el camino, el río  susurra un hasta luego que solo Pablo puede escuchar.
                                     
      C.K. Galindo.      

                                         A un amigo...que llamamos Pablo.

domingo, 18 de diciembre de 2011

GUAYANA

EL GENTIL CABALLERO,
PASA ANTE TU VENTANA:
DAMA SERENA..
MUJER VENEZOLANA

TE TRAE ROCIOS,
QUE RECOGIÒ EN LAS SABANAS:
PORQUE AL VERTE GUAYANA,
SU CORAZÒN DESGRANA ..!
EL GRAN E INMENSO RIÒ..

EN UN SUSPIRO..
TU PERFUME ENGALANA
POR SER LA TIERRA
QUE SU SECRETO GUARDA

POR ELLO TE CONFÌO
MUJER AMERICANA
PORQUE A VERTE GUAYANA
MI VERSO SE DESGRANA
COMO ESE INMENSO RIO..

pROF. cÈSAR f. rIVERO