viernes, 24 de agosto de 2012

BARBARIE E INTEMPERIE

No puedo, ni debo insultar el grado de inteligencia de mis lectores;  que aunque pocos, son hoy por hoy, el blasòn de mis letras. A Ellos mis respeto e interacciòn.
Lejos de pretender un largo discurso; las razones anteriores me obligan a ser certero y breve en lo que deseo expresar: Mi temor humano ante una amenaza artera y repetitiva.
Quizà las palabras: Barbarie e intemperie nos luzcan lejanas e improbables en las distancias y el tiempo. Nada mas lejano de nuestra citadina y "moderna concepciòn" de sociedad en Venezuela.
El crucial momento electoral, al que asistimos, pone al desnudo discrepancias ideològicas comunes a todo lugar donde exista el hombre. Hasta acà, la naturaleza de el evento no hace gala de nada extraordinario. Pero: Esa misma desnudèz de apariencia irrelevante para el venezolano comùn, trae consigo un inminente peligro: La confrontaciòn polìtica llevada a tèrminos de agresiòn y guerra.
Un candidato ha centrado su motivaciòn en los miedos, y en azuzar con hordas cargadas de odio a su propio pueblo: La barbarie pulula  ante nuestra sociedad, y amenaza con saltarse los paràmetros que delimitan nuestro diario acontecer CONSTITUCIONAL. El genocidio jamàs ha sido una soluciòn para paìs alguno; aunque sì para sus promotores: Por lo general, hombres que se han sentido inprescindinbles, y hasta tocados por la providencia, para conducir a sus pueblos: La historia les ha asignado un lugar comùn: Dictadores.
La beligerancia se ha convertido en ingrediente de la confrontaciòn electoral, y en un riesgo cierto en contra de todos los que el paìs  cohabitamos.
La intemperie està a la vuelta de la esquina, y serìa la directa consecuencia para un paìs muy dependiente de un solo elemento, que ni siquiera producimos, y que apenas extraemos y procesamos. 
No exagero, si està comprobado que 70% de lo que consumimos viene del extranjero.
El miedo negativo dirigido hacia "el lumpem proletariat", como les llama Marx, hacièndoles creer que pueden perder los derechos adquiridos, es un crimen en contra de su inocencia febrìl. Los derechos NO son dàdivas ni favores, sino consecuencia inherentes a nuestras leyes. Pero eso JAMAS  se les recalca. La idea, al parecer, es hacerlos "instrumentos ciegos de su propia destrucciòn"; pero tambièn del paìs y de la parte que nos corresponde . Toca puès, la casi titànica labor de hacer valer la carta magna, y explicarla a nuestros conciudadanos: "Moral y Luces" . Tarde serà :  Si lo hacemos, cuando la intemperie y la barbarie hayan cumplido su penosa labor.    Tenemos el deber de votar; pero tambièn de enseñar el ¿por què? : Ya cada uno se encontrarà a solas con su conciencia y tomarà la  decisiòn de por quièn.
Por cierto, esa decisiòn incluirà a nuestros hijos y al futuro, ya casi presente, de Venezuela. ¿Hambre e intemperie compartidos,  O barbarie evitada? . 

Cèsar F. Rivero