martes, 19 de febrero de 2013

EFÍMERA NIÑEZ

¿Cuántas veces hemos anhelado,
regresar a nuestra infancia?
Para sentirnos seguros
en brazos de la madre amada..
para dormir protegidos por un padre
que es un héroe..
El mismo que atrapa villanos
que están en nuestra ventanas..
El que silencia en la noches
los ruidos de la oscuridad..
Volver al regazo amable
que no espera recompensas..
El mismo que en la despensa
guarda con celo algún dulce
que en su cariño produce...
candor ante las ofensas...

Pero; se va la niñez..
y con ella nuestros poderes..
esos de tener dos seres 
que por nosotros desvelan..
Los que en el café se cuelan
con una grave altivez 
que de niños no se ve
porque se muere en la escuela..
cuando la razón devela
lo que nuestra vida es.....
Fantasmas de candidez
que las sábanas respetan..
que a los niños no se acercan
sabiendo su desnudez...
sueños que quizá tal vez
en las almohadas se secan
plasmados en  saladas muestras,
caprichos y timidez ..
Los besos, que al soñar después..
quizá de luz se humedezcan
con ese amor que refresca,
que se nos grava en la sien ..

Y se nos va  la niñez,
la misma que nos afecta,
que por cultura perfecta,
vejamos con  tozudez ..
negando que hasta en la vejez 
una figura incompleta
con ese niño tropieza
por  falta de sencillez ..
Esa alma que al soñar despierta,
invita con su mano abierta
a reencontrarnos los tres
Tu Dios, ese Yo y usted..
que va por la vida incierta
con una tristeza a cuestas 
a cambio de una adultez..

Rescatemos al niño que nos puede salvar..
Aquel niño del que habló Jesús..¿recuerdan?
"Dejad que los niños se acerquen a mi..."
No se refirió a su edad..si no su candidez y ternura.
Amén.









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