CRÓNICAS DE ANTAÑO..
Paseando mi inmensa pequeñez ante la grave
presencia de la ciudad me descubro antiguo, y hasta inocente ante el avance de
la tecnología y el desarrollo de nuevas costumbres en nuestra sociedad. La
cotidianeidad con que se van diluyendo los buenos modales , y las buenas
costumbres no parece sorprender a muchos.!. Allí un principio donde estriba mi inocente
versión de país, y mi anticuada visión de los coterráneos. Los otrora sencillos
paisanos, sin otros históricos antagonismos que un
Caracas Vs Magallanes , policías Vs.
Ladrones, Izquierdosos vs. El gobierno ; hoy me resultan extraños.
Pensar que antes solíamos juntarnos a conversar nuestras muy
particulares reyertas, y dado el caso,
salíamos a brindar nuestros combates bajo la frondosa sombra de un árbol , y la
muy frecuente presencia de un dominó.
Los buenos días que no me responden, me alertan de una “sordera
colectiva” y una rabia inminente entre los conciudadanos. Subo a un colectivo, y temo saludar; pero
insisto con valentía, para de nuevo tragarme mi audacia. Una pareja de
románticos tortolitos toman asiento a mi
derecha y tras un breve piquito ( creo que así le decíamos antes ) cada uno
saca su celular e inician sus respectivas
y muy aisladas conversaciones. Una vez lleno el adefesio de camionetica,
que cobra en demasía la incomodidad , se inicia la prestación de otros
servicios que uno no contrata: El DJ de
turno, que antes llamábamos colector, se
lanza con sus ritmos favoritos: Mátalo, cógela, latéala, explótalo , y sino el consabido vallenato, contra el
que no tengo nada en contra; pero no me
agrada . Intento cederle el puesto a una joven en estado de preñez y
recibo un no descortés con la respectiva mirada de odio; al parecer, ya moneda común
entre los usuarios de estas piltrafas de transporte. Me pregunto si será este
ambiente lo que propicia la ira.
Me bajo de la bendita bicha, o lo que queda
de ella, y ni el vuelto me regresan:
So pena de salir insultado, doy
por perdida la monedita. Después de todo, ni para un caramelo alcanza. Pero
inocente al fin, saco una cuenta sencilla: Si mil pendejos a la semana hacemos
igual, al DJ y su “jefe” les quedan 500 Bs débiles, que si alcanzan para algo.
Vaya pa´ l zipote ,¿ A quien se le reclama?..
Llego a mi casita, y me persigno: Milagro..!
Llegué a mi hogar sin ser atracado! Hogar dulce hogar: Cada uno
frente al PC viviendo sus felicidades, y mi esposa mascullando su arrechera con
la actriz que hace de mala en la novela. Para no pasar por anticuado enciendo
mi tele.. y Oh sorpresa.. Los mismos carajos de hace quince años echándole la
culpa al gobierno anterior… Otra cadena con sus amenazas, odios y una
formidable ira solo comparable con la de mi señora con la actriz de la novela. ¿ Esta rabia será
contagiosa?.. Zape..!
Me resguardo en este ordenador
y escribo unos versos.. para publicarlos
en Facebook y en el twitter (soy un
tuitero casi clandestino) Y ¿ A que no
adivinan? Si.. Se fue la luz* y estoy
sin señal de internet.. es decir ..no existo en este instante.. Y menos mal..
porque me recuerda que en antaño si existíamos como gente.
PD:* Acaba de llegar el fluido
eléctrico y los vecinos aplauden el acontecimiento…! Al menos nos queda de antaño una mera
costumbre.. ¡ y vaya que nos estamos mal acostumbrando..!
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