CARTA A LA MUD.-

 Amigos de La MUD.-

Yo no quiero perder las elecciones..

Así de sencillo es el instante que estamos viviendo casi el 80% de los venezolanos. Ni siquiera es aquel dilema de no perder el voto, o que me lo disfracen en un carnaval  abstencionista: NO. El asunto va mas allá de los intríngulis personales. Primero, porque no soy candidato, y segundo, por lo mas importante, me duele mi Venezuela. Sin embargo; aunque suene contradictorio , Asumo el rol de  candidato a alcalde cuando converso con mis coterráneos y les pido que voten, que abran los ojos ante la situación de el país, y la posible repercusión que esto tiene en el futuro de nuestros hijos y nuestros nietos. SI . Hasta los nietos: Porque las deudas y problemas instaurados No se solventan en unos meses, y a hasta ellos convivirán esta crisis histórica.

   Yo quiero, y tengo derecho a llamarle la atención a La MUD. Para ello me voy a valer de el pensamiento de un genio: “La locura está en pretender obtener resultados diferentes, haciendo siempre lo mismo..”*.

Me voy a permitir redundar en ese LO MISMO. Lo mismo, para el caso que nos atañe, es seguir con los mismos  esquemas, el mismo discurso de ofertas inadmisibles, y peor aún,  hacer lo mismo que hace el contendiente que aspiramos derrotar. La unidad no se decreta: Se concibe y se ejecuta, o no pasa de ser un simple mamotreto. El país ya no está para andar con esas tonterías. No podemos, y el deber nos lo exige, invitar a escoger entre lo  menos malo , y mucho menos entre candidatos ausentes ante sus electores y mas grave aún, ante la realidad de el país. Y todo por la fatal premisa, que a tal o a cual organización le toca escoger a un aspirante. He revisado a mis candidatos a ser concejales ; pero en su mayoría no los he visto  pateando calles, conversando con los vecinos. Tan solo he escuchado excusas en cuanto a que ellos están muy ocupados en sus asuntos personales. Insisto. Venezuela no está para asumir esas pendejadas. Si están tan ocupados , que  entreguen la responsabilidad a quien  pueda ejercerla, y sienta verdaderamente el peso de nuestros tiempos.  Así de simple. Yo no quiero perder la elecciones; pero tampoco voy a salir a engañar al  pueblo.

Por supuesto, y que quede bien claro : NO aspiro a ninguno de esos cargos. No vaya a salir un bolsa , de los prenombrados , a querer “combatir” conmigo, en vez de hacerlo con quienes están sepultando el futuro de el país.