domingo, 14 de diciembre de 2014

DISCURSO

Carta para mis hermanos venezolanos .
Hoy no tengo la mas mínima intención de escribir un poema: Las musas no riman con la estridente realidad que nos abruma. El oprobio en contra de los conciudadanos se ha convertido en moneda de circulación legal; Sí, legal. Se ha hecho  ley una grave  descomposición social, y ha devenido la pobreza absoluta en el heredad que nos espera. La sordidez del rancho no solo se remite a los escasos metros donde suelen dormir  los niños amontonados al lado de los adultos . La sordidez del rancho no es solo para los niños que deben permanecer sin custodia , mientras su mamá labora. El padre biológico por lo general está ausente, y alucinando una realidad que le seduce a permanecer apenas vivo para los censos : Ya pasará a engrosar el sistema carcelario o abordará la lista de los fallecidos en “algún ajuste de cuentas”.
La pobreza extrema no solo está arropando nuestros ya devaluados ingresos. A este paso , Ya sembrando topochos saldaremos el hambre, y con el sobrante haremos un trueque con los vecinos que siembren cilantro. El mayor de los problemas es que la pobreza mental está minando a toda la sociedad. Hoy no importa si los derechos  de un amigo o de algún desconocido sean conculcados, o simplemente desconocidos por el sistema: Con tal y a los míos no los toquen, los demás que se vayan al carajo....!
Vale la pena citar una inspiración: “Ellos vinieron” de el alemán Friedrich Gustav : “ Ayer vinieron por los judío y no dije nada pues no soy judío. Luego vinieron por los ricos , y no dije nada porque no soy rico. Mas tarde vinieron por los sindicalistas y de nuevo callé porque tampoco soy sindicalista…Vinieron por los católicos y simplemente callé  pues soy protestante. Luego vinieron por mi, y para entonces no quedaba nadie que dijera nada…”
Yo pienso que para rescatar a el país la prioridad está en acontecer en una moral plenamente forjada por nuestras necesidades, y luego ceñida a nuestros particulares intereses. Un modelo de país antes  que un país modelo. Nuestra constitución no es mala; pero debemos respetarla y hacerla respetar. Una constituyente no salda nuestros derechos si  antes no se hace valer el peso de las leyes vigentes.  Simplemente sería un comodín para quien ejerza el poder.

No hay comentarios: