El alba se asoma cautelosa  a las ventanas de este país. La tradicional mañana venezolana que se perfumaba con aromas halagadores , hoy
luce ajena a nuestras costumbres mas enraizadas  para  convertirse en una estridente fetidez. Hoy la hedentina de la escasez  inunda hasta las mas intimas instancias de nuestro acontecer diario. El no
hay  corroe  nuestras costumbres  y embarra nuestros verbos, haciéndose  ignominiosamente folclórico. Una abrumadora
resignación está aplastando con su
presencia a nuestros conciudadanos. Los
venezolanos , otrora echados  “pa´ lante
“ , como se solía decir ; hoy lucimos 
ensimismados  por la abundancia de
una rebatiña de migajas  que el estado "omnipotente" nos impone. Las silentes colas , hasta para adquirir un  pan , son la mejor muestra de nuestra  resignación a 
una inercia  , que estamos aceptando  como tradicional  hasta para defender el derecho 
a la vida . Lo que por ley
nos pertenece , hoy  nos lo  convierten en dádivas con las que el gobierno
administra  el  castigo  para fortalecer su poder sobre el pueblo. "Un apartheid criollo” se acentúa , en la medida que las promesas van dirigidas a
dividir a los ciudadanos de acuerdo al 
grado de mansedumbre con que acaten la indigencia como "modus vivendi " .
La pobreza  ya es un cayo que mitiga el dolor en las espaldas que están aceptando  al látigo  como necesario.  Ya es folclórico ver como se corroen  las aspiraciones de la juventud, tanto o mas ,
que a  los bolsillos de los adultos. 
Este amanecer “importado”
no se parece en nada a el proyecto de país que aspiro  ferviente  dejar
como herencia a mis hijos y nietos. NO deseo que esta bazofia siga siendo una bruma sobre nuestro amanecer criollo .  Aspiro 
a seguir sintiendo folclóricas las dulces notas del Gloria al Bravo Pueblo. 
Agosto del 2015.-
#SOSporVenezuela 
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