martes, 1 de diciembre de 2015

AMÉN...!


Sí. Es cierto.. Ya amaneció Diciembre. Somos los que estamos y estamos los que somos en la fe. Por ende en la vida , y necesariamente en el amor.  Lo uno y lo otro son una verdad ineludible para los que participamos en Dios.  De nada vale una oración si el verbo no lo ejercita el amor. De nada sirve el verbo si no se conjuga en aras de la vida.
Antes de continuar leyendo conversa contigo mismo y ungirás tu luz con la navidad del alma.  Regálame tu bendición para que juntos comulguemos en la unción  universal que se propaga cuando al menos dos de nosotros acudimos al templo de la existencia. Sin importar el nombre de tu fe.. mas si , su razón . La energía del amor emana desde una sola dirección.  Dios..! He allí uno de los tantos milagros que a diario cohabitamos ; pero que  extrañamente no concertamos como realidad. Tu allá y Yo aquí; pero aunque separados seguimos siendo la misma sustancia con la que se forjó el universo. “Nadie enciende una luz para ocultarla..” Dijo alguna vez un sabio al cual no soy digno de calzar.
Se tu navidad, que Yo haré lo propio,  para que nuestra circunstancia se conjugue en una misma energía: Que la paz sea contigo y con vuestro hogar. Que la paz sea en tus negocios para como la conjugues en tu amor. Que la paz sea tu verbo para con Dios.
                             

Namaste…!

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