La
competencia es sana porque por lo general conduce a mejorar lo que ya es bueno.
Ejemplos sobran y hasta redundan en lo que acabo de afirmar ; La competencia
entre empresas genera mejores productos, la competencia entre empleados impulsa
la calidad del trabajo, la competencia entre estudiantes mejora su rendimiento,
y así mismo, la competencia mejora la performance de los deportistas.
Quien
compite asume un reto consigo mismo y su entorno. Nada nuevo, si a ver vamos,
en una sociedad normal. En un país normal, y en todo caso , en todo ambiente
donde se procura que la evolución ejercite su labor. La naturaleza abunda en su
esencia evolutiva. Venezuela nunca ha sido la excepción ; al menos hasta los
inicios del siglo que cursamos.
Estamos
frente a una situación que pareciera ser una mala pasada del lenguaje que
hablamos los venezolanos. Yo creo entender lo que está sucediendo.
Ha
surgido un malentendido en el uso de los verbos competer y competir. Los
funcionarios no asumen sus competencias para mantenerse en sus competencias por los mejores puestos. Esto, por supuesto ,
ha incidido negativamente en la evolución de Venezuela. No son simplemente los mejores
puestos los que alimentan el ego de nuestros gobernantes; si no las mejores
tajadas. LA competencia por ser el mejor jala bolas del régimen está en plena
ebullición. Máxime , cuando el jefe de esos funcionarios está a punto de quedar
fuera de competencia, aunque a el le compete la mayor responsabilidad . Claro
no en jalar bolas, que de paso lo hace ante entes extranjeros ; si no en
regular las jaladas, que al fin de cuenta, le jalan aún mas hacia el precipicio de sus misma
incompetencia. No es fácil la competencia sobre este asunto.
Ayer cuatro gotas de agua dejaron al desnudo lo
incompetente que es “la izquierda” en eso de resolver los problemas de los conciudadanos,
mas no los particularmente suyos. Es bueno destacar que muchos “zurdos” antes
eran “derechos”, y que este mal es de vieja data.(véase 30 años antes).SOLO las
camionetas 4x4 que dan muestra de como han evolucionado los bolsillos de unos
cuantos, pudieron transitar con elemental comodidad , en medio del barro e
inmensos charcos de agua. La competencia por ser los mas incompetentes no dejó
un ganador claro. pero si afloró 30 millones de perdedores que asumimos la
desgracia de tanta incompetencia. Dios
no agarre confesados porque lo que viene es un diluvio, si lo comparamos con
las 4 gotas de ayer. Queda abierta la competencia por los mejores con la pala y
el coleto para sacar agua y barro de nuestros hogares. Una sana competencia
mientras “la izquierda” compite a ver a quien le compete la solución a nuestros
problemas. OJO: De acuerdo con las
parodias presidenciales, solo en el estado Miranda hubo problemas graves a causa
de la lluvia. Ahí les dejo esa
competencia
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