YO
pienso que entre los asuntos mas venezolanos que existen, aparte de la arepa,
que ya casi no existe, o de la hallaca
que aspiramos que aún exista para Diciembre, está el golpe. El golpe es tan
tradicional para Nosotros , que muchas de las cosas buenas que hoy disfrutamos
los venezolanos, las aprendimos a golpes: Buenos modales, respeto a los
mayores, estudiar, y hasta sentarse a la mesa ; cosa que poco hacemos los venezolanos de hoy en día. Y no
precisamente porque no nos agrade sentarnos a comer en familia; sino porque el
sentido de familia se ha disgregado, y los
alimentos están muy escasos , aparte de difíciles de encontrar y exageradamente
caros.(Nuestra inflación promete cerrar el año 2016 sobre el 500%. De hecho,
hoy día es la mas alta del mundo, y todo nos hace pensar que con seguridad seguirá
su vertiginoso avance. Al menos hay algo que avanza en un país donde casi todo
parece haberse detenido: sobre todo el poder adquisitivo). Pero estamos
hablando de otro asunto, y de golpe nos salimos del tema.
El
golpe, les decía, y me disculpan la redundancia; pero golpe a golpe… verso a
verso, como dice la canción, es una tradición venezolana. Por cierto: Ahora
mismo hay mucha gente dándose golpes de pecho, cuando ellos mismos fueron parte
del problema en que estamos. Lo digo, porque de golpe se nos olvida como
sucedió lo del golpe que nos arrastró a las actuales calamidades. Qué vaina que
siempre se me escapa un pero..; pero así son las cosas.. como decía un famoso
venezolano que de golpe se nos fue.
El
golpe es parte de nuestro folclore: Nada como un golpe tocuyano para sentir lo
venezolanos que somos. Ah, mundo Baquisimeto..!. Un golpe de tambor a orillas
de nuestras costas para festejar el San Juan . Un golpe de suerte en las
loterías, y hasta los tres golpes que solíamos hacer a diario. Hoy de vaina
comemos dos veces; al menos cuando llega la quincena, y si a punta de golpes
logramos comprar algo en los mercados. De golpe las colas nos impiden acceder a
los mas simples y necesarios productos. Por cierto que un golpe de bielas nos
sale por un realero; y tampoco se consiguen los repuestos para los vehículos. Y
Dios nos guarde de un mal golpe.. porque si usted choca el carro, le va salir
mas caro repararlo que lo gastó cuando lo compró nuevo. Eso sin incluir los
gastos médicos que pueda acarrear un golpe. (OJO, tampoco se consiguen las
medicinas para aliviar un golpe).
Hablábamos
del golpe, y tuve que suspender este escrito de golpe porque se fue el fluido
eléctrico . Venezuela es el único país del mundo que está racionando el uso de
la electricidad a consecuencia de “el niño”. El golpe al erario ha sido tan
consecuente, que a nadie del gobierno se le ocurrió tomar las previsiones
correspondientes. Ya hace seis años que nos ocurrió algo similar, y la culpa
también fue de el niño aquel, quien por cierto dejó bien golpeado el bolsillo
de los venezolanos, amén de las estructuras sociales y empresariales.
Hoy escucho
con cierta tristeza que el señor de turno en Miraflores anuncia (por enésima
vez ) que le quieren dar un golpe. Lo de la tristeza es, porque Yo ya no estoy en condiciones de darle un golpe a nadie;
pero sobran venezolanos que harían con gusto una cola para hacerlo. La Autopista
Regional del Centro no se daría abasto para la tamaña cola que se formaría para
golpear a todos los corruptos y ladrones que pululan en nuestro acontecer
político social. Por cierto que de golpe se me ha olvidado el por qué íbamos a
hablar del golpe. Debe ser porque “un golpe de viento guapo le puso a volar la blusa , y se le vio jeme y medio de puñal
en el cintura”. Y me refiero al diablo, cuando cantó con Florentino en aquella
noche taciturna. Cualquier semejanza, es porque estamos en pleno invierno, y “la
noche negra y teñida ahoga el aullido de los perros…” * (*leyenda de El Silbón). Un Golpe de gracia entre los lamentos que nos acontecen.
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