domingo, 11 de diciembre de 2016

SACRO Y PROFANO


Yo soy un individuo forjado en la fe. De eso no les quepa menor duda: Creo en los milagros , y hasta puedo dar fe de ello sin pretender ser santo, ni mucho menos sacro.  Valga pues la redundancia para lo que a continuación deseo expresar.
Yo pienso que la oración sin verbo es inherente a lo profano ; quizá como aseveró San Agustín : Debemos orar como si todo dependiera de Dios , y al mismo tiempo laborar como si todo dependiera de nosotros. Quizá yo sea un pecador al profanar mi propia ignorancia en cuanto a lo sagrado, y al profanar el sentir de quienes leen mis reflexiones. Pero debo confesar que Yo también pasto en el sentir de mis amistades , por lo que estamos a mano. He mutado tantas veces en la búsqueda de algunas verdades que ahora mismo no tengo certidumbre de ser Yo quien les habla, o si simplemente es mi alma quien toma control de mi Yo. Bien.. la palabra es un sacramento, como decía José Ortega Ygasset* , por lo que consideraré este instante como una comunión de almas. Es parte de mi derecho a profanar mi fe en aras de reforzar mis creencias. ¿Contradictorio?, Jamás. La duda conduce al conocimiento , y este a la certeza. Al menos eso pretendo demostrar: Así que reto  a que traten de demostrar que Dios no existe.
Dicho esto , yo deseo profanar “la viveza criolla” de mis coterráneos (Yo soy venezolano..!) para invitarlos a orar. Todas las religiones oran ; pero nunca lo hacemos conjugados en un mismo acto de fe. Hagamos de nuestras avenidas y calles un solo templo, en un mismo instante; así sea un minuto o por muchas horas. Total , hemos derrochado 17 años escuchando las mismas miasmas con tanta frecuencia, que ya la ignominia se ha hecho rutina . YA hasta estamos mutando para adaptar nuestra convivencia a su estrechez . Una oración tan grande sería un verdadero verbo sacro; y muy propicio, mas aún , ahora mismo  cuando “el marxismo criollo” se está pasando TODOS  nuestros derechos por donde termina el sacro.

diciembre de 2016
#SOSporVenezuela                             
                                                                    *La rebelión de las masas.

No hay comentarios: