Una locura mas :
Cuanto se ha alardeado de saber sobre el destino: Gobernar sus trazos o cambiar su estridente éxito sobre nuestras vidas. Mientras; aún no hemos sido capaces de gobernar incluso nuestras propias sombras. Y solo basta con ver al suelo para comprobarlo. Ella está allí para demostrar que ocupamos un espacio donde la luz nos dibuja. Pero con nosotros, también viaja una luz que no solemos ver, o preferimos ocultar: Nuestro propio ser , nuestro mejor Yo . Ese Yo que está escrito en el ADN personal y único. Tan individual como nuestras huellas, como nuestras retinas. Y vaya usted a saber que esas mismas huellas son prueba irrefutable que no han nacido dos seres humanos perfectamente iguales. Ni siquiera nuestros hijos son iguales a nosotros, y mucho menos nuestros amigos, nuestros vecinos. En cada individuo hay 23 pares de cromosomas que nos equiparan como raza, como sexo, como inteligencias..pero también nos distancian en el destino..en la misma vida. Casuales , como algunos creen, en la virtud y la muerte. En el amor y las alegrías. En el triunfo y las tristezas.. tajantes en las derrotas eminentemente humanas. Basta con tropezar con la realidad para sabernos endebles ante la razón de ser , ante la obligación de estar. " Nadie llega tarde al lugar donde le esperan" Dice un celebre autor para explicar lo que muchos sospechamos. Hay una brújula que nos guía, y que a duras penas solemos distorsionar. Está esculpida en nuestro código personal, pero también en el de nuestros congéneres. Ellos cabalgan sobre sus propios Yo . Todos solo decidimos sobre nuestras almas porque poseemos discernimiento : La inteligencia a la que muchísimos hemos renunciado. Esa luz que no solemos descubrir. Hay un filósofo que lo puede explicar mejor que yo que apenas concuerdo con mis locuras, y al cual no merezco lavar sus pies , aunque a ese también lo llamaron loco: "Nadie enciende una luz para ponerla bajo un almud.."...y " No hay peor ciego que aquel que no desea ver.." Pocos saben que esa individualidad es el hijo de Dios ; pero que también nosotros lo somos. Los invito pues, a que también salgamos a hacer un milagro. A que iluminemos al mundo con una mágica navidad. Solo basta con una reflexión, solo basta con mirar a ese yo que no hemos tenido tiempo de armonizar con la vida. Lo podemos encontrar precisamente en nuestra INDIVIDUAL retina. Dichoso el ciego que mira desde sus adentros.
Cuanto se ha alardeado de saber sobre el destino: Gobernar sus trazos o cambiar su estridente éxito sobre nuestras vidas. Mientras; aún no hemos sido capaces de gobernar incluso nuestras propias sombras. Y solo basta con ver al suelo para comprobarlo. Ella está allí para demostrar que ocupamos un espacio donde la luz nos dibuja. Pero con nosotros, también viaja una luz que no solemos ver, o preferimos ocultar: Nuestro propio ser , nuestro mejor Yo . Ese Yo que está escrito en el ADN personal y único. Tan individual como nuestras huellas, como nuestras retinas. Y vaya usted a saber que esas mismas huellas son prueba irrefutable que no han nacido dos seres humanos perfectamente iguales. Ni siquiera nuestros hijos son iguales a nosotros, y mucho menos nuestros amigos, nuestros vecinos. En cada individuo hay 23 pares de cromosomas que nos equiparan como raza, como sexo, como inteligencias..pero también nos distancian en el destino..en la misma vida. Casuales , como algunos creen, en la virtud y la muerte. En el amor y las alegrías. En el triunfo y las tristezas.. tajantes en las derrotas eminentemente humanas. Basta con tropezar con la realidad para sabernos endebles ante la razón de ser , ante la obligación de estar. " Nadie llega tarde al lugar donde le esperan" Dice un celebre autor para explicar lo que muchos sospechamos. Hay una brújula que nos guía, y que a duras penas solemos distorsionar. Está esculpida en nuestro código personal, pero también en el de nuestros congéneres. Ellos cabalgan sobre sus propios Yo . Todos solo decidimos sobre nuestras almas porque poseemos discernimiento : La inteligencia a la que muchísimos hemos renunciado. Esa luz que no solemos descubrir. Hay un filósofo que lo puede explicar mejor que yo que apenas concuerdo con mis locuras, y al cual no merezco lavar sus pies , aunque a ese también lo llamaron loco: "Nadie enciende una luz para ponerla bajo un almud.."...y " No hay peor ciego que aquel que no desea ver.." Pocos saben que esa individualidad es el hijo de Dios ; pero que también nosotros lo somos. Los invito pues, a que también salgamos a hacer un milagro. A que iluminemos al mundo con una mágica navidad. Solo basta con una reflexión, solo basta con mirar a ese yo que no hemos tenido tiempo de armonizar con la vida. Lo podemos encontrar precisamente en nuestra INDIVIDUAL retina. Dichoso el ciego que mira desde sus adentros.
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