Yo
suelo leer la prensa todos los días , al menos en su formato digital. Solo
adquiero el periódico los domingos para que me acompañe al chinchorro que
resarce las musas cuando estas andan ausentes , o mas bien absortas entre
incertidumbres. Allí a mi hamaca llega la señal del wi-fi ; pero nada como
rayar el periódico y proferir vulgaridades a todo pulmón a través de la urdimbre
que me sostiene entre los árboles. Una catarsis muy personal que acostumbro
ejercitar previa a mi meditación dominical. Es mi comunión mundana con una
realidad que presumo afecta a muchísimos humanos que como Yo han aceptado con cordura los mejores
efectos de la locura individual. Como ayer llovió , me tragué los adjetivos y los epítetos para regurgitarlos
en estas líneas.
Vale
recordar que los adjetivos son palabras que conjugan las características
inherentes a la cualidad , mientras que el epíteto busca resaltar las
características intrínsecas del sustantivo. Por simple ejemplo pudiéramos citar
que el agua potable es incolora e inodora . (Algo que solía cumplirse a
cabalidad en Venezuela). En contra parte pudiéramos acertar que la fría nieve al disolverse
produce un agua cristalina. (fría es el epíteto a la condición intrínseca de la
nieve) Creo haber dado un ejemplo claro.; Si no , acepto gustoso la corrección
de quienes realmente saben de esos intrincados asuntos lingüísticos.
Lo
cierto del caso es que al tratar de proferir mis vulgaridades en contra del
régimen que nos acoquina , no encuentro adjetivos que no terminen redundando
sobre la fatalidad que nos está afectando, y por ende se convierten en epítetos
tan propios a este sistema de gobierno. Es fácil pues proferir las mas
elementales vulgaridades y que todas rimen con esta solemne aberración. Nótese
que en este caso la palabra solemne es solo un adjetivo ; mas no puede ser
catalogado como epíteto al no ser intrínseco a la palabra aberración. ¿ Vamos
por buen camino? Yo pienso que si.
Y
siguiendo con mi angustia, deseo pedir ayuda a mis fieles contertulios a ver si
consiguen alguna “mala palabra” (ninguna es mala, por cierto) que no resulte intrínseca
con los actuales gobernantes y su estridente fracaso ante las eventualidades de
país que ellos mismos han creado. Si
alguien tiene esas vulgaridades a mano,
por favor, sírvanse enviarlas para cultivar mi repertorio. Recuerden que no
sean epítetos inherentes a delinquir, robar, asesinar, conculcar, chantajear ,
vilipendio o empobrecer., y que quedan
excluidas las consabidas mentadas de madre, ya que estas redundan sobre la
galopante corrupción que nos abruma.
Y
que vaina.. que no pude encontrar una palabra acorde con la constitución que encuadre la sentencia que
emitió “la justicia venezolana” en contra del Sr. Leopoldo López . (nótese que señor actúa
como epíteto al lado del nombre de este prisionero del gobierno).
Y
gracias de antemano , por vuestra excelsa presencia en estas letras.
septiembre
de 2015
SOSporVenezuela
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