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Yo
no quiero hacer lugar común en la historia que está aconteciendo en mi país . Quizá suene
jactancioso y hasta petulante ; pero Yo soy yo mientras respete el hecho que
usted es diferente a mi: En dos platos , mis derechos terminan donde empiezan
los suyos, y viceversa. Tengo pues el divino derecho a ser feliz con tan solo
existir. Tengo entonces el deber ineludible de dudar para procurarme una
existencia que se adecue con mi alma, y con mi ADN personal y único: Solo Delia
Rosa y Francisco Elías tenían una
genética específica que al combinarse dieron origen a mi ser. Ciertamente el dios que llevo conmigo es
el mismo dios que tienen todos los humanos al nacer, pues está plasmado en el Heredad común de todos los seres Humanos. No existe creencia en el mundo que no
implique la necesidad de ser Hijos de Dios. Llámelo Jehová , Elohim , Adonai , El
Elyon, El Olam , por solo citar algunos nombres que están escritos en
diferentes textos de la fe. Luego cada uno decide si cree o no en la existencia
del mismo, y en la existencia de el mismo. Eso es un asunto muy individual que
luego nos conduce a comulgar con nuestro iguales en una fe: Asociarnos.
Igual
sucede con los idiomas , la política , medios de producción , la necesidad ,
las alegrías y hasta con las tristezas ; aunque hacia estas últimas nos conduce
realmente la solidaridad: Me pudiera “asociar”
con vuestra tristeza pero no la siento con tu misma intensidad.
Cuando
decido titular estas líneas aseverando que la H es muda, es porque para
Nosotros los venezolanos, la H no es tan muda como lo indican “las leyes” de
La Real Academia Española. ¿Y qué tiene que ver eso con Dios y con mi
existencia?: Mucho, y contigo también. Cito por ejemplo la palabra Halar. Lo
hago intencionalmente pues por norma nos somos muy solidarios a la Hora de Halar los tizones para nuestro fuego; como tampoco los venezolanos somos muy
solidarios a la hora de “jalar bolas”. He aquí el meollo: La bendita H no
resulta tan muda como lo indica “el buen Hablar”. Halar bolas no significa nada
para los venezolanos, pero “jalar” si tiene una connotación que nos hace “distintos”
al común de los Hispano parlantes. Una “jalada” a tiempo le ha salvado el
pellejo a mucha gente, por no asegurar que les ha salvado de morirse de Hambre.
Por cierto que Hambruna se escribe con H ; aunque esta H no es en nada muda
cuando se aplica a un pueblo, y sigue enmudeciendo voluntades. Vaya
usted a saber por qué tantos venezolanos expresan su sordera ante la
Hambruna que nos está Humillando. Tengo entonces derecho a expresar mi Yo , y
connotar la gran arrechera que suprime
mi felicidad. Claro que estoy creyendo en Dios ; pero acudo en esta reflexión a
la molestia que expresó el excelso patrono de mi ciudad: San Agustín. El lo dijo
de mejor manera que Yo: “.. Oremos como si todo dependiera de Dios, y obremos
con si todo dependiera de Nosotros..” .! Nosotros..! . Lo recalco, porque la Historia
no está como para andar “jalando bolas”, ni mucho menos estar “jalando” las
brasas para lo particular: Es un solo país, una sola Venezuela. De este
aprendizaje salimos juntos o simplemente nos toca seguir “jalando bolas”; pero
esta vez el grillo no solo prescribirá nuestra libertad como nación ; si no hasta
nuestra libertad en la fe, y el necesario derecho a ser felices : Honor ,
Honestidad , Herencia, Hogar y Humanidad , distan mucho de las palabras Horror,
Hambre , Holocausto , donde la H es muda, como los pueblos que las sufrieron, o
las están sufriendo en mustias horas de la Historia.
Agosto del 2016
#SOSporVenezuela
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