LIMBO
Alguna
vez , en algún lugar de la tierra , hubo un paraíso que era anhelado por sus
riquezas naturales, y por su gente maravillosa: Gente alegre, inteligente ,
respetuosa, y por añadidura , regocijada
en su fe.. En aquel lugar del mundo
nació un niño. Uno mas , de los tantos que nos tocó estrenar alpargatas con
inusitada emoción. Uno mas de los tantos niños a quienes la maestra llevó a la
pizarra tomado por la oreja, o lo llevo a su propia casa para supervisarle el
saber. Aquel niño pudo bañarse en el río que atravesaba su pueblo . Cosas de la
vida: Casi todos los pueblos estaban unidos a la historia de un cristalino río,
un limpio lago o alguna maravillosa montaña .La palabra contaminación apenas
ocupaba un lugar en los diccionarios.
Ese
niño caminó hasta su escuela centenares de veces : Jugando, corriendo,
disipando adrenalina en los mas osados entretenimientos: Columpios, patines de
hierro, carromatos con rolineras, y hasta tocando los novedosos timbres para
salir en desenfrenada carrera para salvar el pellejo de un regaño, o de la
consabida paliza hogareña, si éramos identificados ante nuestros progenitores
por el propietario del timbre en cuestión.
Aquel
jovencito llevó a moler el maíz, corriendo el riesgo de levantarnos temprano y salir
a la calle a las 6 am, y peor aún , que nos encontraran comiendo los granos
sancochados o la masa recién molida. Esos niños tuvieron padres que laboraban,
bailaban , sufrían , y que mágicamente criaban numerosas proles sin que faltara
el pan... Hoy escasean los panes; pero también los padres.
Había
un país donde los presidentes existían, y eran realmente presidentes: Con todas
sus honorables sílabas bien plantadas. Claro..! Con los partidos surgieron los corruptos, y “la
evolución “condujo a una mutación de nuestras costumbres, leyes y personas. Ese
país se llamaba Venezuela: Ese país tenía una de las monedas mas fuertes del
mundo: El Bolívar. La plata era
REDUNDANTEMENTE de plata: Pero; esta
también “evolucionó” hacia metales menos valiosos, y menos “ostentosos”, y al
igual sucedió con su singular valor. Igual sucedió con los hombre , mujeres y
niños que se transformaban en “vivos” para igualar su estirpe con la de
aquellos que trastornaban al paraíso para hacerlo mas acorde con las
necesidades de la recién instaurada “viveza criolla”. Allí este niño comenzó a
vivir en el limbo que nos condujo a la trampa de ser habitantes de una vaina
que hoy llaman república bolivariana, que dicho sea de paso , solo tiene de
bolivariana el desenfrenado afecto de
los políticos de turno, por los bolívares que alguna vez estuvieron respaldados
por las riquezas de aquel anhelado país al que llamábamos República de
Venezuela. Ese país cuyo himno convocaba al respeto y a la solemnidad: Era nuestro
himno el otro padre nuestro para conmemorar las glorias de un bravo pueblo, y
su honorable ejercito que al yugo lanzaba. Hoy todo aquello
se transmutó hacia el limbo. Sí.. a ese
lugar donde van las almas de los justos que mueren sin bautizo. Hoy , afortunadamente,
aún existen muchos conciudadanos a quienes se les debe llamar venezolanos.
Septiembre
del 2016è #SOSporVenezuela
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