Yo soy
un empírico practicante de la ignorancia. A veces no consigo por donde empezar,
cuando deseo ejercer mi derecho a aprender. Y es que a medida que mas aprendo,
me resulta mas indudable que mucha ignorancia me espera por cosechar.
Un
ejemplo determinante de este riesgo , lo asumo en este amanecer. Yo pensaba que
los platillos de la balanza que representa a la justicia, estaban vacíos. Nada
mas lejos de la realidad: Allí en uno de ellos están las leyes y en el otro la
misericordia. Una persona me explica que justicia sin misericordia es tiranía,
y que misericordia sin justicia es laxitud: complacencia. Insisto que Yo pensaba que estaban vacíos, y
que allí se colocaban los valores y las leyes , para que las unas fueran
contrapeso de los otros , a la hora de ejercer el equilibrio entre ciudadanos y
su contraparte, representada por el estado. Vaya error el mío, y me disculpo
por no entender el por qué no es así, como yo lo pienso.
Al
parecer la deidad helénica , Temis , o su hija Dice, encargadas de llevar esa
balanza no tienen mucho que ver con el estado de derecho, ni tampoco con el
ejercicio de los valores. Solo se les encargó conservar la balanza en
equilibrio. Hasta allí todo muy acorde
con las costumbres antiguas.
Sin
embargo, me llama la atención que la moral no aparece por ningún lado en la
fulana balanza, y menos en nuestra “especialísima” y muy particular balanza de
la justicia a la venezolana. Pero… Como siempre en mis escritos: Que vainas que
no me falta un pero para los aconteceres venezolanos. He aquí que no redundan
mis peros… Aquel ilustre venezolano lo aseveró con marcada certeza: “Moral y
luces son nuestras primeras necesidades..”.(Y siguen siendo). Si Yo tuviera los
medios, hubiera plasmado esa primaria
verdad en letras doradas en este escrito. Pero ya lo dije al comenzar este
corto ensayo. Yo soy un empírico practicante…
De
acuerdo con los sabedores de oficio : La moral y las leyes son una dicotomía ;
aunque, yo agregaría, que precariamente
diferenciadas por el ser. La primera, La Moral, es interior. Internalizada en
el individuo, y rige su decisión de elegir entre lo bueno y lo malo. Es su
albedrío, su conciencia. Allí su hábitat. La segunda es exterior , y rige como
un contrato, las relaciones entre los ciudadanos, y la relación de estos con el
estado. Y allí precisamente emerge el pero. Nuestra moral es aún decadente, y
priva en circunstancias devenidas de la colonia. La mal llamada, “viveza
criolla”, no es tal viveza, sino la propensión al delito. Una especie de jugarretas
al amo , o al caporal de aquel entonces. Una perversión por la flojera , y
pasarse de listos en cualquier transacción. Y la vivimos tan criolla , como el
hecho de jalar bolas. Asunto este, también devenido de un pasado oscuro, que se
fue diluyendo entre los muros carcelarios que ejercieron algunas tiranías; por
desgracia, también criollas; pero hoy se practica como un deporte “muy
folclórico”. El asunto es que para construir un país, Y en nuestro caso
latente, para reconstruir a Venezuela, tendremos que forjarnos una moral. Una moral que a todo trance sea
realmente criolla; aunque haya que echar mano a los valores humanos enteramente
universales , para bordar nuestra identidad.
Me
atrevo a aclarar mis dudas: Que a la balanza que promueve a la justicia le llenemos
los platillos , con una moral bien concordada , y en el otro lado , con unas
leyes bien establecidas , en perfecto equilibrio con esa nueva moral.
No
importa si la deidad que portará la balanza es helénica, Romana u occidental.
Esa vaina no tendrá mayor repercusión. Lo correcto es que le ajustemos bien las
vendas, para que no vuelva a ocurrir este mal, que a mal, o a lo mejor, a bien,
nos está aconteciendo: Ya habrán notado que hasta la injustica tiene su moral.
En un platillo sus” valores”, y el otro “sus leyes”. Nuestra moral está de bruces ante la ignominia
, porque esta se ha convertido en la nueva moral de los venezolanos.. , amén de
“la moral criolla” que nos tiene de bruces, ante la calamidad adicional de
estar quedando sin luces ante la oscuridad que nos está plagando la existencia.
Peor aún…apenas titilan las luces que nos conducirán a Nuestro futuro, y el de
las generaciones inherentes a nuestra realidad de país.
“Moral
y luces….” Allí nuestro blasón.. !
Mayo
del 2016 .
#SOSporVenezuela
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