sábado, 26 de septiembre de 2015

GRACIAS A DIOS...!


Una madrugada del mes de Septiembre me despierto entre angustias. Me siento quebrantado por la solemnidad del silencio que enmarca a el ambiente. La estrellas mas silentes que nunca parecieran hasta callar su brillo. Madrugada sin luna , y sin mas pretensión que  esperar a que el alba libe en las aguas de mis esteros.
Un cigarrillo crispa entre mis dedos como alentando a una conversación que no es ; a excepción porque estoy pensando, y un monólogo emerge de una página en blanco. Vacía  esta gracia que me bendice la musa, ya que su esencial virginidad me invita a ejercer el verbo. Al fin y al cabo, Yo soy  un ciudadano del mundo que nada entre las mas profundas contradicciones: Sigo soñando con el amor aunque desvele mis penas. Sigo creyendo en Dios aunque ejercite mi fe. Un venezolano mas , que sueña contemplar auroras ceñidas por los colores patrios. Mis estrellas  fluyen en el azul de la esperanza , y manarán fulgores en el preludio de nuestro amanecer.
Mi país es quizá el mejor del universo porque es mi país. Es lo único que espero mientras me asista la vida. Hoy amanezco mas orgulloso de ese sentir para abrazar a mis paisanos : A todos los venezolanos  resguardados por Nuestra  constitución; que muy a pesar que sobre sus letras hoy se plasman las inmundas huellas de la ignominia gubernamental ; su espíritu libertario sigue latente entre las nobles  notas de nuestra  canción patria.
Ayer leí la carta de algún célebre autor. Y con ella amparo el dolor de una amarga duda. Una trsite disyuntiva  que me carcome los versos porque la respuesta no rima con los albores de mi bandera.  Debo reafirmar entonces, que se trata de algún célebre escritor porque estoy seguro que su humildad no comulga con la fantasía de las marquesinas. Quizá como lo fue Don Andrés Bello en Chile. Como lo hizo  nuestro Andrés Eloy Blanco en sus exilios. Nunca extranjeros en las tierras que perfumaron con su esencia. Y mucho menos extranjeros en la sangre de nuestras glorias o en la estirpe con que nos prodigan. Si. Se trata de nuestro paisano,  y por buenaventura mi tocayo, el Sr. César Miguel Rondón.  A quien el vituperio de los cretinos  de un mal llamado comunismo , pretendió enlodar.
Mi duda es a cuántos Césares está Venezuela en este instante. A no ser que los venezolanos hayamos perdido también nuestra identidad, entonces me sentiré  extranjero aún cuando soy nacido en esta rivera del Arauca vibrador :  Gracias a Dios..!
septiembre de 2015.
#SOSporVenezuela 

No hay comentarios: